LA NUEVA QUINTA FRONTERA, LA ZONA DEL CANAL REEDITADA Y LOS ZONIANS
CRIOLLOS O AMOS CHOCOLATES.
Por Franklin Ledezma Candanedo,
Periodista y escritor del Corinto Bolivariano: Panamá.
Julio Yao: Los acuerdos post invasión (API), otorgan derechos e
inmunidades a funcionarios de 16 agencias federales de EE.UU., que no
se someten a nuestra soberanía y utilizan libremente el territorio
nacional.
El tema es analizado ampliamente, con dominio y conocimiento del tema,
por el compañero internacionalista y patriota insobornable, en
artículo titulado Acuerdos Posinvasión y neutralidad, que puede leerse
en el siguiente enlace:
https://www.laestrella.com.pa/opinion/columnistas/acuerdos-posinvasion-neutralidad-EULE21071.
Vivimos en esta Patria que nos duele a los verdaderos patriotas, un
presente infame: Hace más tres décadas fue creada una nueva Quinta
Frontera, en la que existe una Zona del Canal reeditada con sus
respectivos “Zonians criollos” o amos chocolates, como los calificó el
líder invicto Omar Torrijos Herrera, quienes son indiferentes a los
repetidos ataques a Panamá, por el presidente de los Estados Unidos.
Esa postura aberrante es dolorosa realidad, una ofensa imperdonable a
la memoria y praxis nacionalista de los mártires y héroes del
alpinismo generacional.
La ratificación de los Tratados se hizo en Panamá mediante plebiscito
el 23 de octubre de 1977; es decir, sólo cuarenta y seis días después
de haber sido firmados, mientras que el senado norteamericano lo hizo
en marzo y abril de 1978, después de añadirles reservas y enmiendas
que desvirtuaron los documentos originales, entre otras, las
Condiciones De Concini y Nunn.
Esas condiciones y reservas no fueron sometidas a plebiscito, aunque
fueron aceptadas irregularmente en el intercambio de ratificaciones.
Por otra parte, el 1 de enero del año 2000 siguió en vigencia el
Tratado de Neutralidad perpetua, que permitiría intervenciones futuras
por parte de Estados Unidos, si el Canal actual estuviese en peligro.
Recordemos que Julio Yao, consejero personal del canciller Juan
Antonio Tack, principal responsable de las negociaciones, jugó un
papel extraordinario al redactar y darle el toque final a la
Declaración Conjunta Tack-Kissinger de 7 de febrero de 1974, hace 51
años.
Como un martillazo en el alma y la conciencia nacionalista, fue creado
un Título Constitucional que hace del Canal una entidad aparte, con
sus propias directrices, autoridades y presupuesto.
En otras palabras, se reeditó una Quinta Frontera, una entidad
desligada de todos y como territorio autónomo, en detrimento de la
mayoría, donde no se observan las medidas de austeridad y en el que
habitan los privilegiados “zonians” nativos, o “amos chocolates’ como
les decía Omar Torrijos.
Al respecto, Yao declaró el 23 de noviembre de 2017 que, contrario al
uso más colectivo posible, este patrimonio del Canal, que debía ser
nacional, se les entregó a los dueños del capital, a la especulación,
al amiguismo y a la rebatiña.
El compañero Yao concluyó su Conferencia dictada a la Central Nacional
de Trabajadores de Panamá el sábado 6 de octubre de 2018, con la
siguiente frase profética:
“O Panamá panameñiza el Canal, o el Canal canaliza a Panamá”
Ante todo, lo planteado, ¿puede asombrarnos, acaso, el jugoso salario
del jefe máximo de esa entidad, el Administrador de la ACP?
Como si todo lo anterior fuese nada, existen los Acuerdos Post
Invasión, detallados por Julio Yao Villalaz durante la Conferencia
arriba citada, documento que también puede leerse en los siguientes
links:
Radio Temblor (http://www.radiotemblor.org/?p=12995.
https://www.laestrella.com.pa/opinion/columnistas/180818/acuerdos-posinvasion-neutralidad).
Cabe advertir que esos nefastos acuerdos tampoco fueron sometidos a la
aprobación o rechazo por parte de la Asamblea Legislativa, conforme lo
dispuesto en el numeral 3 del artículo 159 de la Constitución Política
de la República de Panamá, y que por ese motivo son nulos.
Inadmisible es, ante los groseros ataques a nuestro país Donald Trump y la cómoda postura de los amos
habitantes de la zona del canal con una nueva quinta frontera
reeditada, que no se detecte unidad nacional patriótica y disposición
real de enfrentar, combatir y derrotar a quienes atacan
miserablemente a nuestro país y ofenden diariamente a los héroes y
mártires de la histórica lucha generacional.
Fraternal saludo y adelante, siempre adelante.
Franklin.